Uniforme de cartero: Por los pies y su cuidado comienza todo

Oficio vetusto que forma parte de la historia de nuestro país, y que hoy en día, con el crecimiento imparable de la venta online, más a menudo vemos a sus profesionales en nuestra puerta entregándonos cualquier artículo que hayamos comprado (como unos buenos y bonitos zapatos de nuestra tienda online de calzado 😋). Los carteros y carteras son perfiles que bien tienen que cuidar sus pies para poder desempeñar correctamente y sin problemas su trabajo diario. Hay diferentes roles dentro de Correos (administración, almacenaje, transporte a pie, motorizado…) pero el habitual de entrega de correspondencia y paquetes, invierte la mayoría de horas de pie, andando, y a veces corriendo para completar todas las entregas planificadas del día.

Hemos hablado con un integrante de la plantilla de Correos que es buen amigo de Zapaterías Bogar 🙂. Borja Prada lleva poco más de 2 años trabajando de cartero en la capital, Madrid. Diligente y meticuloso en su desempeño, Borja no para en toda su jornada laboral. Nervioso y activo, completa todas sus entregas siempre en tiempo, incluso con algo de margen. Esto le exige kilómetros de recorrido, muchos de ellos a pie (él trabaja en reparto motorizado), con sus correspondientes consecuencias en forma de cansancio, y a veces molestias y dolores.

Elemento más importante del uniforme de cartero: el calzado

Junto con el casco, lógicamente al ser parte del equipo de transporte motorizado, Borja señala su calzado de seguridad como el segundo elemento más importante de su uniforme diario. “Por razones de prevención de riesgos laborales, uso calzado de seguridad que me lo proporciona la propia empresa. Es un calzado con refuerzo extra en suela, área de los tobillos y no mucho en la puntera”. Al moverse en moto por sus áreas concretas de Madrid, y a veces en otro tipo de vehículo motorizado, “es un calzado preparado para la conducción de cualquier tipo de vehículo, pero no excesivamente cómodo para caminar a pie”, asegura.

Correos permite que si un trabador, por prescripción médica, requiere un calzado diferente, pueda aportar su propia prenda para el mejor desempeño de sus funciones. Borja se permite llevar su propio calzado, más reforzado, de goretex, para el invierno, y en verano zapatillas más transpirables, cuando le toca reparto en furgoneta. La razón, apunta, es “el sufrimiento de los pies”. Y añade: “el calzado de Correos en invierno y en verano deja bastante que desear en lo relativo a comodidad y confort”.

Importancia alta, sobre todo en almacén

El mensaje del cuidado de los pies, de tener muy presente la salud de esta parte fundamental de nuestro cuerpo, es una premisa que le damos voz alta y fuerte desde siempre en Zapaterías Bogar. A nuestra pregunta sobre qué importancia le da a este aspecto, Borja responde categórico alineándose con nuestra visión. “Me gasto dinero en calzado apropiado porque es fundamental cuidar mis pies”.

Especialmente, nos recuerda, cuando comenzó trabajando en Correos en el área de almacén: “Ahí usábamos obligatoriamente calzado de seguridad, con punta reforzada de acero, suela antideslizante y demás”. Pero ahora que le toca reparto a pie y motorizado, “pienso constantemente en la comodidad y la efectividad, y compro calzado bueno y seguro. No me importa la estética, sólo la efectividad”.

Sin lesiones ni patologías

Este afán de Borja por el cuidado de sus pies consecuencia de un ejercicio laboral exigente le ha prevenido, hasta el momento, de sufrir lesiones o patologías adversas asociadas a un mal calzado, malas posturas o un mal desempeño de sus funciones.

Preocupación común en el colectivo de carteros

Trabajar en Correos, como venimos exponiendo de la mano de la experiencia de Borja Prada, se traduce en funciones y roles diversos en diferentes departamentos e instalaciones. Sean cuales sean las obligaciones, Borja nos recalca que la concienciación a corto, medio y largo plazo de cualquier trabajador/a del colectivo por no sufrir problemas en los pies es un denominador común. Él ya ha visto a varios compañeros/as de baja por este motivo. Aunque reconoce que dentro del uniforme de cartero que reciben, “el calzado de la empresa no es malo, pero tampoco es el mejor”.

No importa, como decimos, la función, “al colectivo, como reparto a pie, como reparto motorizado, como por ejemplo centros de carga y descarga, el cuidado de sus pies es un tema prioritario y que les preocupa”. Y concluye, “si no es uno de los principales motivos de baja, muy cerca estará”.

Medidas preventivas habituales

Borja no puede hablar por el resto de sus muchos compañeros en cuanto a qué medidas habituales emplean los trabajadores de Correos para evitar malestar, daños o lesiones. A título personal nos confiesa que tan sólo cuando estrena calzado, por ejemplo, “uso una crema de la marca Eucerin, Aquaphor, que es puramente vaselina para regenerar la piel cuando he tenido algún problema de rozaduras principalmente”. A parte de eso, y de las propias medidas de seguridad y prevención de las que hace uso en el desempeño de sus funciones conduciendo o llevando cierto peso, no toma más medidas en materia de prevención de riesgos.

Le damos las gracias a Borja Prada, profesional de Correos en la ciudad de Madrid, con el que hemos conocido de primera mano las incidencias más comunes que sus compañeros/as y él pueden sufrir en el ejercicio de sus funciones. Vemos que el calzado es prioridad máxima para un colectivo que, según los roles laborales, están muy expuestos a una carga considerable en los pies, y cuyo mal cuidado ya hemos leído que causa muchas y prolongadas bajas a lo largo del año.