¿Se puede cambiar la suela de los zapatos?

cambiar la suela de los zapatos

El oficio de zapatero, desgraciadamente, ya no cuenta con tantos profesionales en activo como había a lo largo del siglo XX (especialmente en su primea mitad). Hoy, ya no resulta tan fácil encontrar uno cerca de donde vivimos. Siempre diligentes en su oficio, ya sea que necesitemos arreglar el calzado, pulirlo o cualquier otra medida, nuestro zapatero/a habitual seguro que le ha alargado la vida útil a infinidad de modelos a lo largo de los años. Toda una garantía para nuestro calzado.

Pero en los tiempos que corren, especialmente para gente joven que se marcha a vivir a áreas del extrarradio de la ciudad, encontrar a profesionales de oficios como el de zapatero cuesta horrores. Nos obliga, en según qué casos, a aprender nosotros/as mismos/as a, por ejemplo, cambiar la suela de los zapatos para, como decimos, alargar esa vida útil de nuestros modelos más utilizados.

Podemos hacerlo, claro que sí , con unas pequeñas nociones de bricolaje casero y un poco (o mucho) de destreza. Pero hay que aclarar que cambiar la suela de los zapatos de determinados modelos, como los que tienen la suela cosida, es una tarea que deberíamos en el 99% de los casos encargar a un zapatero experimentado que tenga máquinas específicas para esa tarea.

Pero si buscáis respuesta a la pregunta de si se puede cambiar la suela de los zapatos, diremos que sí, se puede. ¿Aconsejable? Ahí ya no nos aventuraremos a decir una cosa u otra. Siempre va a ser mejor que un/a profesional del oficio se encargue de los arreglos del calzado, pero si por la razón que sea no se tiene uno a mano, vamos a ver a continuación cómo poder hacerlo nosotros/as mismos/as.

¿Cuándo es momento de cambiar la suela de los zapatos?

La suela de los zapatos es la parte que tiende a dañarse con más facilidad en este tipo de accesorios, ya que es el elemento que más está en contacto con el suelo. Además de desgastarse visiblemente en algunos puntos, también puede suceder que se rompa o se desmorone.

No nos sorprendería que vuestro par de zapatos favoritos os haya acompañado durante un buen tiempo, y que ahora, la suela esté muy dañada o tenga alguna fisura/rotura visible, pero que aún no se ha extendido por toda la superficie. En este caso, sí que podemos tratar de cambiar la suela de los zapatos.

Saber, sin embargo, cuándo es el momento para realizar esta acción puede ser un enigma para mucha gente. El hecho es que cambiar la suela de nuestro calzado es una operación que se realiza cuando:

  • La suela está desgastada pero la parte superior está en excelentes condiciones.
  • Se desea mejorar el rendimiento del calzado clásico o casual, aplicando una suela de goma ultrafina y transpirable.
  • Se busca que la suela de los zapatos sea antideslizante (incluyendo los modelos de tacón alto).
  • Cuando los zapatos que usamos nos dan la sensación de que caminamos descalzos/as y buscamos proteger el cuero que rodea la punta del zapato.
como cambiar la suela de los zapatos

Pasos para realizar esta operación con éxito

Seguramente habremos tenido que tirar, en alguna ocasión, un par de zapatos recién comprados por la rotura de una parte de la suela, como consecuencia, seguramente, de un movimiento brusco o por cualquier accidente. Cambiar la suela de los zapatos nosotros/as mismos/as, como decimos, podremos hacerlo de manera ágil y práctica, si tenemos la maña y el tino adecuados .

Veamos a continuación cómo reparar la suela de los zapatos de una forma muy sencilla.

Herramientas que necesitas

  • Masilla o caucho líquido
  • Pegamento de acrilato cian
  • Navaja suiza
  • Abrazaderas

Retira todo el pegamento

Primero cogemos el zapato y comprobamos el alcance del daño, una vez hemos identificado si la suela es de cuero o de goma. A continuación, con una navaja suiza o con un cortador, procedemos a eliminar todo el pegamento y varios residuos de la primera fabricación.

Posteriormente, en una ferretería o en un centro dedicado al bricolaje, debemos comprar alguna masilla transparente si es una suela de cuero, o goma líquida si se trata de una suela de plástico.

Untar la masilla

Si la suela se ha desprendido de la base del zapato, total o parcialmente, basta con extender la masilla con una espátula de plástico en la fisura que se ha creado. Es importante untar bastante pegamento, sin exagerar demasiado.

Una vez realizada esta acción, sujetamos la suela unos minutos, ayudándonos con las manos. Y tan pronto como la masilla haya fraguado, usamos las abrazaderas para mantener la suela en su lugar durante al menos 48 horas.

Hay que tener en cuenta, por supuesto, que las pinzas no se deben aplicar directamente al zapato, sino que se debe colocar cartón o tela por delante de ambos lados.

Cerrar el espacio restante

En el caso de que el daño sea lateral, es decir, si se ha desprendido una parte de la tela del zapato de la suela, también necesitaremos utilizar un pegamento más resistente y de secado más rápido, como colas de cianoacrilato por ejemplo.

Para ello, colocamos la solapa desprendida de tela o piel en su antigua posición, de forma que entre en la suela del zapato, y la aseguramos con una gota de cianocrilato. Una vez seco, cerramos el espacio restante con la masilla y esperamos a que se seque durante al menos 48 horas.

Coser la suela al zapato

Alternativamente a la acción de cambiar la suela de los zapatos, otro método muy efectivo podría ser coser esta parte del calzado, para evitar gastar en herrajes y asegurar la efectividad a largo plazo de la reparación recién realizada

Consejos para prevenir daños en las suelas de tu calzado

Para evitar cambiar la suela de los zapatos de forma recurrente, lo primero que debemos hacer es comprar modelos fabricados con materiales de alta calidad, como los que ofrecemos en nuestras tiendas físicas y en nuestra tienda online en Zapaterías Bogar .  

Recomendamos decantarse por calzado elaborado a mano o simplemente con materiales generosos y de alta calidad, como el cuero. Es importante que vigilemos el desgaste de los zapatos de nuestro armario, y, si es necesario, llevadlos a reparar a un zapatero para su limpieza y mantenimiento.  

Antes de ponernos un par de zapatos nuevos, sería recomendable tratad las suelas y las costuras con glicerina o aceite de ricino. También sugerimos colocarles una almohadilla tan pronto como los adquiramos, de esta manera el calzado tendrá un mejor agarre sobre todo cuando haya mal tiempo.

Conclusiones

Cambiar la suela de los zapatos es una actividad sencilla y fácil de llevar a cabo… si sabemos lo que hacemos y tenemos la mínima maña en el uso de nuestras manos . Si la tenéis, y siguiendo nuestros consejos, podréis conseguirlo sin perjudicar el calzado.

Es una manera alternativa al zapatero/a de toda la vida en casos concretos. Eso sí, en muchos de los casos de cambio de suelas, va a ser impepinable que la tarea la haga un profesional en su taller, ya que va a requerir el uso de ciertas herramientas y materiales, como pegamento para resolver y un banco de trabajo limpio, que sólo ellos/as tienen.  

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