Que no solemos cuidar nuestros pies es una realidad que salta a la vista. Sólo cuando sentimos molestias, irritaciones, heridas o lesiones, es cuando sí les «prestamos» la atención que se merecen y buscamos soluciones.
Pero nos olvidamos de las causas que nos han llevado a tal situación, lo cual es un error que nos puede llevar a seguir cometiendo las equivocaciones e insistiendo en los mismos malos hábitos que de costumbre.
Pero, ¿sabemos lo suficiente sobre el cuidado y la salud de nuestros pies? Lo dicho, generalmente, suspendemos en esta faceta. Sí que solemos asociar salud de nuestros pies con el calzado que vestimos, pero a pesar de ello, primamos muchas veces la estética de un para de zapatillas o botas a su calidad, que es sinónimo de comodidad.
La importancia del calzado en la salud de los pies
Si alguien entiende desde un punto de vista global la estrecha relación entre pies y calzado son los podólogos . Conocen a la perfección la incidencia que un buen o mal calzado puede tener en la salud general de nuestros pies.
Alejandro Núñez Trull lleva desde 2003 tratando a decenas de usuarios en su consulta especializada en biomecánica y podología deportiva. Cuando se refiere al calzado, «desde mi experiencia puedo afirmar que casi todo el mundo lleva el calzado demasiado justo para su talla, teniendo en cuenta que el volumen del pie varía a lo largo del día en función de la temperatura , la actividad que realicemos y cualquier cambio estructural que podamos tener«.
Las patologías que sufrimos en los pies, en la mayoría de los casos, son inesperadas (precisamente por ese poco o nulo cuidado que les damos). El hecho de que los pies los tengamos casi permanentemente ocultos – nos cuenta Alejandro- no ayuda a una prevención temprana de las distintas patologías.
Generalmente, los pacientes acuden a las consultas de los podólogos con molestias en los talones, almohadillas plantares y arco interno, entre muchas otras dolencias. Es habitual, por tanto, seguir un tratamiento basado en estiramientos, terapia física u órtesis plantares (plantillas). Sin embargo, la odisea para los pacientes comienza cuando hay que modificar un hábito que, tras muchos años, han interiorizado (por ejemplo, por restricciones laborales en la vestimenta, estilo personal o coste del calzado).
Una trilogía clave
No mucha gente sabe que los zapatos o zapatillas que calzamos forman parte del tratamiento que los podólogos desarrollan con sus pacientes. Para Alejandro «el calzado es una prenda elemental para poder realizar cualquier tratamiento en los pies, ya que va a ser, no sólo el alojamiento de los pies, sino el del tratamiento correspondiente. La trilogía calzado, tratamiento y pies ha de acoplarse lo mejor posible para obtener un efecto terapéutico efectivo».
Y prosigue con su explicación sobre el peso específico que tiene un buen calzado: «Sin duda alguna, muchas veces con un calzado apropiado, se pueden solucionar muchas patologías sin necesidad de ningún otro tratamiento, entonces hablaremos de calzadoterapia, la capacidad de solucionar patologías del pie desde el calzado«.
Calzado cómodo por delante de cualquier otra característica
En Zapaterías Bogar presumimos de abanderar, como valor intrínseco de nuestra razón de ser, la comodidad en el calzado. El asesoramiento especializado que proveemos a los usuarios en nuestras 8 tiendas físicas en Zaragoza siempre orbita sobre este concepto. Un confort, que la hora de vestir nuestros pies con un calzado adecuado, Alejandro Núñez, podólogo colegiado nº 102 en Aragón, ejemplifica de la siguiente manera: «El calzado se ha de poder flexionar por la zona del metatarso (detrás de los dedos) y debe poder hacerlo aunque con una ligera resistencia. En cuanto al contrafuerte situado en la parte posterior del calzado, es fundamental ya que nos va a servir para estabilizar la pisada marcando la dirección de la marcha. Ha de ser rígido, que no nos permita los desplazamientos laterales«.
Respecto a dos de los elementos más relevantes de todo zapato, bota, sandalia o zapatilla, la suela y el sistema de sujeción, Alejandro recuerda que la suela «debería ser semi rígida, ya que un exceso de amortiguación sin un correcto apoyo, genera mayor inestabilidad y estrés causando fatiga y dolor. La característica más importante de la suela es que no debe ser muy estrecha en relación a la anchura del calzado. Cuanto más estrecha sea, más pie queda en el aire y más inestabilidad provoca (sobre todo en calzado femenino). Hay, por tanto, que evitar suelas con forma trapezoidal«.
Además, añade, «se debería revisar el sistema de sujeción mediante cordones o velcros, quedando el calzado bien adaptado al pie y evitando movimientos de deslizamiento del pie sobre la suela sin oprimir las estructuras en exceso«.
Características que todos/as debemos tener en cuenta para evitar, por ejemplo, hematomas o callosidades, pérdidas de uña, o esa característica sensación de hormigueo en zonas distales cuando nuestro dedo más largo del pie se encuentra a menos de 0,5 cm de la punta del calzado.
Patologías comunes a controlar
Si ya venimos apuntando a lo largo de este texto del alto grado de desconocimiento que una buena parte de la población evidencia respecto al correcto cuidado de los pies, cuando aparecen las consecuencias en forma de patologías, las dudas se acrecentan. Generalmente por no identificar la causa de la molestia o lesión.
Sobre estas patologías, Alejandro asegura que «son diversas, desde patologías de origen dérmico, como callosidades dorsales, plantares, interdigitales o problemas ungueales, hasta de origen biomecánico, estructura del pie y cómo se comporta en movimiento dependiendo de múltiples factores. En los problemas biomecánicos, nuestro tratamiento de elección son los soportes plantares (plantillas) o las ortesis de silicona«.
Plantillas especiales y un calzado que permita su uso
Tal y como asegura Alejandro, las plantillas son, en muchas ocasiones, un tratamiento eficaz para la erradicación de estas patologías biomecánicas. Pero claro, no todos los modelos de calzado actuales permiten sustituir la que ya llevan por una a medida con fines terapéuticos.
Al respecto, Alejandro, que además ejerce de especialista en el equipo profesional del Sala 10 Zaragoza, de la Liga Nacional de Fútbol Sala, ve imprescindible para las personas que precisan este tipo de tratamientos «encontrar un calzado que permita sustituir la palmilla de serie por la plantilla ortopodológica a medida, dependiendo de sus dolencias. Como he dicho anteriormente, la trilogía: calzado, plantilla y pie han de enlazarse perfectamente, y con este tipo de calzado, el éxito en el tratamiento es mucho más elevado«.
Muchas de las gamas de de zapatillas, zapatos y botas que disponemos en Zapaterías Bogar permiten la sustitución de su plantilla por otras externas, adaptándose a los requerimientos de su portador/a, y facilitando, en casos como los que estamos hablando con Alejandro Núñez, podólogo colegiado, el uso de plantillas especiales con fines de recuperación física.
Conclusiones
Prevenir es curar. También por supuesto en lo referente a nuestros pies. Ya hemos dicho a lo largo de este post: no nos preocupamos lo suficiente por la salud de los pies.
Preguntando a Alejandro, podólogo colegiado 102 en Aragón, como colofón a su apreciada colaboración con Zapaterías Bogar, sobre un último consejo en torno al binomio pies-calzado, nos dice que «Muchos de los problemas y las lesiones en los pies se producen por un calzado inapropiado. Cuando exista dolor, hay que consultar a los profesionales sanitarios, en este caso el podólogo, y dejarse asesorar por buenos profesionales en la compra del calzado adecuado en tiendas especializadas como la vuestra.»
Ya sabéis, haced caso al doctor .